Fue un viaje relámpago a
Madrid. Estábamos encargados de hacer el vídeo de presentación del premio “Simón de Honor” que otorgaba la Academia de
Cineastas de Aragón (ACA) en su Gala de 2014. Este año se entregaba al
productor aragonés Eduardo Ducay.
Estábamos un poco nerviosos. Era una gran
responsabilidad entrevistar a un componente fundamental de la historia del cine
de nuestro país y nosotros tan solo éramos un grupo compuesto por unos pocos alumnos de 1º de Realización y por mí.
No quiero hablar de Eduardo
como productor, realizador, cineasta o impulsor de múltiples proyectos, mucho
se ha escrito sobre él. ¡Qué más se puede decir...! (tal vez mucho más).
Eduardo y Alicia, su mujer, nos
abrieron las puertas de su casa de par en par. Nos acogieron con sencillez.
Eduardo nos habló de su vida, de cómo las circunstancias le habían llevado
hasta lo que era, de sus éxitos, de sus fracasos y también nos dio algún consejo
para los que ahora se están iniciando en este apasionante mundo que es el cine
y el audiovisual.
Después de la entrevista,
nos ofrecieron un pequeño picoteo y seguimos hablando un rato. Entre bromas,
Eduardo cogió de un aparador un Goya y nos hicimos unas fotografías juntos.
En muchas ocasiones, como
profesor, necesito horas o incluso días para explicar qué es la producción
audiovisual. Con Eduardo compartimos unos pocos minutos, pero ese breve espacio
de tiempo fue una lección magistral de humildad, de sencillez y por supuesto de
profesionalidad que dejó una profunda huella entre nosotros.
Estos son los dos vídeos que
salieron de esa entrevista:
El primero es el vídeo de
presentación al Premio de Honor que se proyectó en la Gala Simón del Cine Aragonés
de 2014.
El segundo, un poco más
largo, nuestro vídeo resumen de esa entrevista, hecho con mucho cariño y
admiración.
También quiero compartir alguna
de las fotos que nos hicimos.
De izquierda a derecha:
Júlia Rincón, Pablo Falcón, Eduardo Ducay, Daniel Herrera, Javier Vegas y José
Carlos Mendi.
De izquierda a derecha: Eduardo
Ducay, Júlia Rincón y Goya.
Eduardo, gracias por todo y hasta
luego. Nos seguiremos viendo en el cine.